jueves, 8 de abril de 2010

AN aprobó crédito de Bs. 10 millones para incrementar red de Infocentros

Caracas, 08 Abr. ABN.- Este jueves, la plenaria de la Asamblea Nacional (AN) aprobó por unanimidad un crédito de 10 millones de bolívares para el Ministerio del Poder Popular para Ciencia, Tecnología e Industrias Intermedias.

El diputado Porfirio Hernández resaltó que dicho crédito será destinado al incremento de la red de Infocentros en el país, al permitir la construcción de 40 locales comunitarios de este tipo, equipados con 10 computadoras con acceso a Internet, una impresora y un escáner.

De esta manera, se extenderá la alfabetización tecnológica pues en la actualidad de los 365 municipios del país, 75 no cuentan con estos locales.

Esta inversión permitirá además beneficiar a 172 mil personas que tendrán acceso a las nuevas tecnologías.

Para el Gobierno el acceso a Internet es un derecho, esto lo demuestra la instalación de 668 Infocentros en el país hasta el marzo pasado

DE LA REFUNDACION A LA RESTITUCION: LA TRASCENDENCIA DEL CONSEJO FEDERAL DE GOBIERNO

El propósito de “refundar” la República para establecer un Estado Federal y Descentralizado pudo consistir en una simple declaración formal si no hubiésemos insistido en avanzar en contra de las pretensiones de las élites del poder dominante en restablecer lo que ellos entienden por Democracia: una sucesiva cadena de pactos y conciliaciones entre las cúpulas. Ahora luego de transcurridos Diez años de la Constitución, comienza a vislumbrarse un horizonte claro porque el proceso bolivariano les responde a los dirigentes cupulares que el sentido de la descentralización no es el que ellos defienden. Descentralizar es responder a una deuda histórica y consiste precisamente en restituirle a la soberanía popular el ejercicio de su facultad de gobernar.
Es precisamente hoy que hablamos de activar lo que esencialmente nos mostrará la auténtica cara del Federalismo y la Descentralización. El Consejo Federal de Gobierno no representa para la configuración del nuevo Estado Socialista una simple congregación de entes gubernamentales para decidir cómo invertir los recursos. Es algo más profundo. El Reglamento de la Ley Orgánica del Consejo Federal de Gobierno contiene la más clara y avanzada definición de lo que se entiende por Descentralización, y la describe como “Política estratégica para la restitución plena del poder al Pueblo soberano, mediante la transferencia paulatina de competencias y servicios desde las instituciones nacionales, regionales y locales hacia las comunidades organizadas y otras organizaciones de base del poder popular, dirigidas a fomentar la participación popular, alcanzar la democracia auténtica, restituyendo las capacidades de gobierno al pueblo, instalando prácticas eficientes y eficaces en la distribución de los recursos financieros e impulsar el desarrollo complementario y equilibrado de las regiones del país”. No se había presentado en legislación o texto constitucional alguno una definición de esta magnitud.
Por ello afirmamos que la Descentralización que se va a practicar en el Consejo Federal de Gobierno, no es en modo alguno para resucitar pactos y acuerdos burocráticos de élites. Es todo lo contrario. Es democratizar el poder en su más amplia dimensión para restituirle al pueblo soberano lo que ha sido el proceso de lucha popular en más de 200 años. Los especialistas, constitucionalistas y excelsos tratadistas de la oposición no podrán entenderlo nunca, por cuanto sólo conciben la descentralización y el federalismo como la defensa de las cajas chicas de gobernaciones y alcaldías, para administrar y gastar el recurso que corresponde a todos, sin controles ni rendiciones de cuentas claras.
Es por eso que resulta prácticamente irreversible que se profundicen las políticas y acciones para la consolidación del poder popular. Ese es el principal acuerdo de este proceso revolucionario. Desde la refundación a la descentralización hay un camino que se perfila para los próximos decenios. Ese camino es la restitución definitiva de la soberanía que nunca ha debido salir ni enajenarse de su verdadera fuente de legitimidad: el pueblo venezolano. En este sentido, la reacción de opositores es comprensible, por cuanto para ellos, defender las arcas y el bolsillo de los funcionarios gubernamentales es más importante que la capacidad creadora de nuestro pueblo en ejercer directamente su poder de gobernabilidad.

Cástor Núñez Morles
castornum@hotmail.com
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jueves, 4 de febrero de 2010

Freddy Gutiérrez un auténtico Abogado Revolucionario


En El Salvador, Freddy se ocupó de lo referente al asesinato de monseñor Arnulfo Romero; en Panamá, de la masacre perpetrada por el bombardeo de aviones estadounidenses en su capital, sobre los barrios Chorrillos y San Miguelito
Abogado. Profesor universitario en cursos de pre y postgrado: Universidad Central de Venezuela, Universidad de Bonn en Alemania, Instituto Pedro Gual de Altos Estudios Diplomáticos y Universidad Simón Bolívar. Magíster Scientiarum en Derecho Económico Internacional y Derecho del Trabajo. Diputado al Congreso de la República. Procesado por causas políticas.
Miembro de la Asamblea Nacional Constituyente. Electo por la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos para integrar la Comisión Interamericana de Derechos Humanos Relator Especial para Trabajadores Migrantes. Comisionado Presidencial a la Unión de Naciones Suramericanas UNASUR. Conferencista en diferentes organizaciones populares y académicas. Publica habitualmente en revistas nacionales e internacionales y en diferentes páginas de redes comunicacionales.

Pequeña reseña sobre Freddy Gutiérrez, tomado de Aporrea:

El nombre de Freddy Gutiérrez fue noticia internacional hace algunas semanas, cuando se informó sobre una medida dictada en su contra por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, a la cual él pertenece desde el 10 de junio de 2003, electo en la Asamblea General de la OEA celebrada en Santiago de Chile, encargándosele de la Relatoría de El Salvador, Panamá, Nicaragua y Uruguay.

En El Salvador, Freddy se ocupó de lo referente al asesinato de monseñor Arnulfo Romero; en Panamá, de la masacre perpetrada por el bombardeo de aviones estadounidenses en su capital, sobre los barrios Chorrillos y San Miguelito; en Nicaragua, para evitar interferencias en las recientes elecciones presidenciales en las que triunfó Daniel Ortega; en Uruguay, con el fin de conocer de la estafa que produjo una corrida bancaria causante de una grave crisis económica en ese país. Además, trabajó duramente el caso de los maltratos que se les infiere a obreros mexicanos, guatemaltecos, hondureños... quienes intentan emigrar a Estados Unidos.

En Venezuela, Freddy Gutiérrez había laborado en la Fiscalía General de la República, fue asesor jurídico del BCV y constituyente notable en 1999.

Su hoja académica es tan impecable como su hoja profesional. Abogado, con postgrado en Derecho Económico Internacional y Magíster en Derecho del Trabajo, todo en la UCV, donde también es profesor, al igual que en la USB.

A Freddy lo conocí como mi alumno en el curso de Derecho Penal de la UCV. Estudiante brillante, lo recuerdo además como un muchachote henchido de inquietudes profesionales y sociales. No, no era un estudiante más. Había en él mucho de pureza humana, de espontaneidad transparente, de ingenuidad verdadera. Honesto y sincero hasta los tuétanos, brotaba de él "la tibia leche de la bondad humana", que decía Eca de Queiroz.

Ya graduado, supe de su lealtad, de su sentimiento de solidaridad, de su ejemplar nobleza personal. Me duele mucho el trance incómodo por el que está pasando y que estoy seguro no se merece. En mi apoyo incondicional para ti, sólo puedo ofrecerte, Freddy, esta humilde gacetilla de tu viejo profesor que cada día se siente más orgulloso de recordar que el nombre de Freddy Gutiérrez figura entre los abogados graduados en la UCV en 1973 en la promoción que lleva mi nombre.

Nota del Dr. Elio Gómez Grillo

martes, 22 de diciembre de 2009

¿QUE ES EL DERECHO?


Prof. Juan Manuel Sivira, de la Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV), de la Causa Comunista.

Para mejor comprensión del tema, circunscribiré mi análisis a una perspectiva socio-histórica; plantearé tres interrogantes: ¿Que es el derecho? ¿A quien sirve? y ¿Ha existido en nuestro devenir histórico más de un derecho? Primera pregunta: ¿Qué es el Derecho? Es un elemento superestructural es decir, ubicado en el plano de la SUPERESTRUCTURA ideológica, generada por la Sociedad o ESTRUCTURA social… Quiere decir que el Derecho siempre va estar determinado por la Sociedad y no a la inversa como cree el común de las personas… De tal manera, el Derecho, entendido como marco jurídico, regula las relaciones sociales de Poder. Y éstas favorecen sólo una parte de la población (la que ostente el Poder)…!

¿A quien sirve el derecho? Sencillamente a la clase hegemónica, porque formando parte de la Superestructura está llamado a salvaguardar la Estructura social que genera a dicha superestructura. Que equivale a salvaguardar los intereses de la clase representante de la sociedad vigente.

¿Ha existido en nuestro devenir histórico más de un Derecho? Si, la humanidad ha conocido tantos derechos como sociedades “divididas en clases” han existido; cada una de ellas ha dimanado su particular Derecho. Vale decir: Derecho esclavista, feudalista, capitalista y socialista.

Cada sociedad brota un Derecho acorde con su propia naturaleza y éste jamás podrá sobrepasarla... Inferimos entonces, que la entrada en vigencia del Derecho Socialista en nuestra sociedad, cuyo principio consiste en: “CADA QUIEN APORTA SEGÚN SU CAPACIDAD Y RECIBE SEGÚN SU TRABAJO” está supeditada a la entrada en vigencia del Estado Socialista. Antes ni pensarlo!

Toda sociedad o ESTRUCTURA social genera una determinada SUPERESTRUCTURA ideológica: el Derecho, la política, la religión, la ética; en fin, el Estado y las distintas formas de conciencia social existentes. Esta sociedad o Estructura social puede ser de carácter explotador (esclavista, feudalista y capitalista) ó cooperativo (socialista). El Derecho que brote de ellas va adquirir siempre su mismo carácter.

Por tanto, no debemos albergar falsas expectativas en torno a la construcción, en abstracto, de un marco jurídico socialista en las mismísimas entrañas de la sociedad capitalista. Recordemos que la Constitución, y toda ley, están ubicadas en el plano de la Superestructura y ésta no es más que la prosecución de la Estructura social. Y cambia si y solo si cambia dicha Estructura…

Jamás será posible plantearse por separado los elementos Estructurales y Superestructurales –en este error incurrió el antiguo bloque soviético. Dando primacía a la Estructura sobre la Superestructura; al no advertir la profunda relación dialéctica existente entre ambas, sacrificaron la forma y terminaron destruyendo el contenido.

Es verdad que la Superestructura surge de la Estructura, y le es correlativa, pero incide en su quiebre y transformación…

No basta Reformar la Constitución si permanece incólume la Estructura social, capitalista… Pudiéramos adornarla de mil maneras, no obstante seria letra muerta…, sencillamente porque en una sociedad de carácter explotador los derechos de la inmensa mayoría, aunque estén estatuidos en la mismísima Constitución, jamás podrán ser satisfechos. ¿Porque? Porque el Derecho, repito, jamás podrá levantarse por encima de la sociedad que lo determina; está hecho a su imagen y semejanza...


Entonces, hagamos primero la Revolución Socialista…! Y ésta brotará por antonomasia una Constitución Socialista. En donde Legitimidad y Legalidad no estén reñidos como en la actual sociedad capitalista a Comunista.

martes, 6 de octubre de 2009

UBV SEDE FALCON

Entre gestores, peritos y juristas
Cástor Núñez Morles -

Ya está a punto de egresar la Primera Promoción de Abogados de la Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV). La sociedad venezolana entera espera por ellos, por cuanto se trata de una Universidad en construcción que creó el Programa de Estudios Jurídicos para romper los esquemas de la enseñanza tradicional del Derecho. Me cuento entre los docentes que la fundaron en Falcón y desde su inicio no nos han faltado las críticas y miradas de menosprecio de algunos sectores de la abogacía, que en cargos públicos o no, dudan de la capacidad de los futuros abogados nacidos en este proceso revolucionario, muchos de ellos formándose en las llamadas aldeas universitarias, en diferentes comunidades a lo largo y ancho del país, y no en las frías aulas de un enclaustrado salón.

El contenido de las materias o unidades curriculares es completamente distinto a las escuelas de derecho tradicionales privadas o públicas que existen en el país. De profundo contenido ético, crítico y social, cada unidad aborda tanto el aspecto técnico del derecho como los componentes sociológicos, políticos y filosóficos que permiten avanzar en la construcción de un nuevo Estado y un verdadero sistema de justicia inclusivo y participativo. Al mismo tiempo, los estudios van acompañados de permanentes prácticas comunitarias en localidades y organismos de justicia. Los que nos formamos en la universidades tradicionales, por supuesto que hemos de agradecer los conocimientos recibidos, pero también reconocer que nuestra educación fue básicamente liberal, bancaria, castrante y con especial acento en la competencia desenfrenada por la búsqueda del dinero que nos proporcionaban nuestros “clientes”.

Los nuevos Abogados están concebidos para otra visión del Derecho y otra manera de ejercer la práctica profesional. En este sentido, no se les ha preparado para salir corriendo e intentar el primer embargo que deja a una familia humilde en la calle, o a presionar a los familiares para que rematen sus bienes particulares y puedan pagar la defensa de un procesado penal. Por el contrario, se trata de promover un cambio en la cultura y modos de ejercer la profesión centrada esencialmente en la práctica comprometida con lo comunitario, la humanización del servicio como juristas y la construcción del Estado social de Derecho y justicia que propugna nuestra Constitución.

En fin, no se trata de reproducir técnicos del derecho, que sólo estudian y aplican la norma sin valorar el contexto y la realidad, ni gestores legalistas que sólo trabajan con las formas y los documentos. Se trata de preparar a los juristas que hoy reclama el exigente presente histórico. En ellos están cifradas las esperanzas, sobre todo porque la mayoría de los aspirantes habían sido persistentemente excluidos del sistema educativo. Juristas cargados con la artillería de los argumentos para defender y protagonizar junto al poder popular, las grandes transformaciones que libra nuestra patria en el mundo. Porque el Programa de Estudios Jurídicos de la UBV no nació porque hagan falta más Abogados en Venezuela. Nació porque se necesitan con urgencia “nuevos tipos de Abogados”.


castornum@hotmail.com